Noche de verano
Todos los poros de su piel se habían abierto, gotas de sudor como lluvia salían mojándola toda, su sexo destilaba un liquido viscoso y transparente, de su boca salia un hilo de saliva, cerrados los ojos parecía transida por un sueño placentero.
Así la encontró el hombre al llegar a su casa ¿Con quién soñaba?
Desnudo y sudoroso se tumbó junto a ella, absorbió con su lengua cada gota, secó su boca, bebió de su sexo, traspasada la baldeó.
La miró; la frente perlada, los ojos fulgurantes, su boca pedía más...
Ella gritó un nombre que golpeó en su pecho. Él, abatido, se desplomó sobre su cuerpo.
Imgen: Egon Schiele
3 comentarios:
Hay palabras que matan...
Besos
Mejor gritar ¡Amor!. Así no hay problemas.
Envidio esos calores... ¡con este frío que hay acá!
Un abrazo
D.
Qué imagen tan soñada por todos los enamorados. Y vivir en ese ámbito eternamente.
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