jueves, marzo 26, 2009


EL ALACRÁN

- Ya es demasiado tarde.

Dijo el alacrán, levantando sus patas de forma aleatoria para no quemarse con la arena del desierto.

- Demasiado tarde, demasiado tarde.

Mientras avanzaba con ese baile singular de apoyar el mínimo de patas el mínimo tiempo posible. Al rededor se veían los cadáveres, los restos de los cadáveres, por que el sol ya había secado todas las partes blandas. ¿Cuantos alacranes habían muerto ya? ¿Quién era él? ¿El elegido? Su objetivo era el mar, allí morir ahogado, una muerte distinta del resto de sus congéneres, el fin no era la vida, el fin era una existencia singular eso implicaba la soledad.

- Demasiado tarde.

No cargaría con un montón de alacrancillos sobre su espalda, un montón de alacrancillos que pudiera comer cuando tuviera hambre antes de que le devoraran a él con esa misma hambre. El sabio había dejado escrito en una piedra: “Todo es energía, si transformas el hambre, la sed y otras necesidades del cuerpo en energía llegaras a la meta” Estaba magro apenas una coraza con patas, una antenas cada vez mas desarrolladas, y unos ojos multiplicados por cientos. Sintió el desaliento en el pecho apenas quedaba sitio para el aire. Un horizonte de oro abrasador. Si caía la noche... el frío era aun más aterrador que este fuego. “Tu peor enemigo es el miedo” Leyó en otra piedra del camino. Demasiados cadáveres, demasiada muerte a su alrededor. El silencio del desierto es mas sobrecogedor que el de la nieve, no se muere con una sonrisa en los labios, de hecho, no se muere en el desierto, se va secando uno poco a poco sin sombras, sin clemencia. Ya no sentía hambre, ni sed, ni las demás necesidades del cuerpo para trasmutarlas en energía, estaba al limite de su coraza, un poco mas y ya seria como todos, un caparazón durmiendo sobre el suelo.
Una brisa fresca agitó sus antenas, un olor de agua y de salitre...

- Demasiado tarde, demasiado tarde.

Y expiró de bruces en la orilla.


Imagen: Miró

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre animalillo, lo venció el sol.
Saludos
D.