jueves, junio 25, 2009



Adelaida descorchó la botella, echó sobre un vaso un generoso chorro de buen vino, (le dolía usar un vino tan caro y rico para lo que iba a hacer, pero merecía la pena) añadió un poco de fanta % una rodaja de limón y hielo y se preparo un tinto de verano. bebió varios sorbos y volvió a rellenar el vaso. Tenia que salir del vacío en el que se encontraba como fuera. El vacío es una fuerza succionadora que te va disolviendo, todo queda echo trizas en sus dientes destructores el que no conoce ese tipo experiencias... ni entiende, ni puede hablar de ello. Adelaida , sí sabía, tanto de los vacíos como de la soledad. ¿De qué valía extender sobre su mesa un mapa emocional y analizar cada una de sus emociones los orígenes y las consecuencias si después el afán destructor era más fuerte, más intenso y casi una única fuerza generadora. Sintió el liquido frío deslizarse por la garganta y bajar al estomago vacío. Tenia que hacer unas llamadas, oía su voz con una pasión y una intensidad desproporcionadas (son cosas de poetas, de artistas) todo cobraba una dimensión gigantescas.
Recordó su sueño. Una película, en tonos violetas. un padre una hija y una hija adoptiva, la hija adoptiva mataba a la madre y a la hija para quedarse con toda la hacienda, la hacienda eran cotos de caza. La película que había soñado era decididamente mala, los personajes no se sostenían, Era un sueño y los sueños no deben censurarse, ni siquiera analizarlos con técnicas freudianas, que por otro lado ella desconocía.

Eran los primeros días de verano y aunque hacia calor las noches refrescaban, y se podía dormir. Por la mañana había disfrutado del sol iluminando las hojas movidas por el aire y un cielo azul limpio.
Se lleno de nuevo la copa y abrió una lata de almejas chilenas, las echo un chorro de limón y un poco de pimienta.
Quedaban llamadas por hacer.
Las hizo
Luego, rellenó el vaso, se preparó una tajada de pollo escabechado y una rebanada de pan con tomate. Ahora ya había comido.
Hay una felicidad en el alcohol que el que no bebe , no fuma o no consume drogas desconoce, es la de liberar al alma de todas sus cadenas. Lo sé, es solo momentáneo, todo vuelve de nuevo, el miedo, el vacío la angustia, pero es bueno saber ...saber ...saber. Desplegó una vez mas el mapa de su vida, cada vez mas intenso, como aquellos mapas de la reconquista donde las coronas de Aragón, León y Navarra se disputaban por el reino
!Adelaida sometete a la razón!
Adelaida haz de tu vida algo de provecho
!Adelaida!
!Adelaida!
!Adelaaaaaaidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
!AAAaaaaaaaDeeeeeeeLaaaaiiiidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Qué poco dura la enagenación! Las dudas, las incertidumbres.... Todo vuelve....
Todod vuelve..... Menos su amor....

Posadata: Al menos, aunque sea este pobre texto, he vuelto a escribir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bien, hace tiempo que no escribías (aunque sean penas de amor).
Yo tengo por costumbre no beber cuando esyoy deprimido, por esa misma razín: saber que se trata de un escape y que al regreso será peor. Lo que hago es concentrarme en el dolor y a veces, cuando es demasiado, rezo.
Un beso, Lechucita
D.