EL POLLO PERA
El pollo tenía los ojos saltones, las alas pequeñas y ralas, en el pecho el esternón se había doblado como el arco de un indio y las patas largas y despellejadas acababan en unas uñas retorcidas. Aun así, se miraba al espejo y pensaba que tenía posibilidades. Cada mañana se acicalaba con cuidado para disimular su desplumado aspecto. Solía ponerse alas postizas que fabricaba con hojas de palmera o plátano para que le dieran el aspecto de alguien importante, y salia ufano a buscar pollitas de las que aprovecharse. Se creía ducho en el arte de la seducción, daba vueltas, en torno a ellas sin dejar de alabarse y contar todas sus proezas, las pollitas solían caer medio mareadas antes de llegar la noche. Entonces las picoteaba bien el cuello y se iba dejándolas siempre la misma nota. “Eres la pollita mas increíble que he conocido” la pollita le miraba con ojos medio muertos por que la verdad había perdido mucha sangre y respondían con voz ahogada “Espero que no vuelvas”
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El pollo tenía los ojos saltones, las alas pequeñas y ralas, en el pecho el esternón se había doblado como el arco de un indio y las patas largas y despellejadas acababan en unas uñas retorcidas. Aun así, se miraba al espejo y pensaba que tenía posibilidades. Cada mañana se acicalaba con cuidado para disimular su desplumado aspecto. Solía ponerse alas postizas que fabricaba con hojas de palmera o plátano para que le dieran el aspecto de alguien importante, y salia ufano a buscar pollitas de las que aprovecharse. Se creía ducho en el arte de la seducción, daba vueltas, en torno a ellas sin dejar de alabarse y contar todas sus proezas, las pollitas solían caer medio mareadas antes de llegar la noche. Entonces las picoteaba bien el cuello y se iba dejándolas siempre la misma nota. “Eres la pollita mas increíble que he conocido” la pollita le miraba con ojos medio muertos por que la verdad había perdido mucha sangre y respondían con voz ahogada “Espero que no vuelvas”
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2 comentarios:
En el fondo, todos los hombres tenemos algo de pollo pera.
Un abrazo, lechucita, veo que andas por Cataluña, qué lindo debe ser.
D.
Realidad que identifica al lector, me niego y niego una vez mas
Simplemte yo
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