martes, diciembre 22, 2009

GRAVEDAD


El escarabajo pelotero subía arduamente la escarpada colina. Con cada nuevo paso la bola crecía. El escarabajo estaba cansadísimo.
Si paro ahora, pensó, lo bola,
por la gravedad, rodará aplastándome a su paso. Le temblaban las piernas y sus tenazas apenas eran capaces de sostener el peso que tomaba proporciones gigantescas.

Estoy sin duda al limite de mis fuerzas.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Planteas aquí el dilema de las tareas imposibles, las que dan nacimiento a los héroes, quienes, sabiendo que se acerca su fin, se autoinmolan en nombre del honor.
Muy diferente a tu lucha. Sigue subiendo, porque tú vencerás.
Un abrazo, Lechucita!

isabel gutiérrez dijo...

Hola churrina, sí, estamos todos un poco al límite de fuerzas pero nunca he visto a ningún escarabajo pelotero aplastado por su bola, siempre lo deja donde finalmente quieren.

Un besote y ya nos veremos.
Isabel, (escarabaja que va a sucumbir bajo su propio peso, jeje)