martes, abril 12, 2011


PRIMAVERA

La mañana avanza, avanza rápida como si la persiguieran mis deseos, y quisiera dejarme insatisfecha, como el sueño que se interrumpe bruscamente y me deja abierta y destilando.
El silencio dentro de la casa , fuera el murmullo de la calle; el carrito de la mujer de la limpieza que se arrastra por el patio con un tintinear de cubos y botellas. Los pájaros; mirlos , urracas y gorriones, revolotean intentando alcanzar los tejados o arrebatar las migas a la escoba. Las golondrinas, sí, reparando los nidos. Las amapolas, también, salpicando de lunares rojos los campos.
Es primavera, una primavera con aire caliente de verano, bulle la sangre, los ojos devoran, las lenguas desean enredarse y las noches caminan transitadas de deseos. Avanza todo rápido, los arboles vestidos ya de un verde demasiado intenso, las flores caídas de las retamas siembran las aceras . Todo va veloz en estos días.

Los quehaceres cotidianos tironean de las sabanas, largas listas que se cuelgan de las puertas, ya suena el motor del coche, el asfalto llama a las ruedas. Es un grito imperioso que me arrastra de un día a otro día sin descanso, sin tener siquiera el tiempo de escribir ese poema que murmuro entre semáforos, o pintar ese cuadro de cielos incendiados sobre el Pardo.

Y llegará la noche y el sueño y el cansancio que me vencen de un solo golpe sobre la cama, inerte, sin poder dejarte un comentario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y mientras, aquí, el otoño va enfriándolo todo, hasta el ánimo, a veces. ¿Qué queda? El hábito, la costumbre de buscar la felicidad.
Abrazos
D.