Dulce Fortunata, como siempre tu arcón está lleno de sorpresas. Muy poco sabía de este pianista y jamás lo había visto ni oído interpretar.
Es sobrecogedor verlo cómo acaricia el teclado y le desentraña sonidos que, sin duda, vienen de algún lugar ancestral, donde sólo habitan los dioses y los elegidos por ellos.
Me impactó ver a Gould cuando musitaba los sonidos, anticipándose a los que vendrían, y luego su mano izquierda alejándose y acercándose en movimientos que delataban, tal como su gesto de inclinarse ante el piano. Me pareció que él se sentía ante una divinidad, siendo poseído por la música.
Es lo más parecido a un gesto de erotismo lleno de amor, de esos que parece ya no existen más que en el arte
4 comentarios:
Glenn Gould: Un regalo maravilloso de mi pianista preferido para una tarde de lunes.
¡Gracias, Fortunata!
Vengo mirar tu trabajo y saludarte.
Pasaba para agradecer tu visita, te espero siempre.
Dejo un abrazo desde Buenos Aires.
MentesSueltas
Dulce Fortunata, como siempre tu arcón está lleno de sorpresas.
Muy poco sabía de este pianista y jamás lo había visto ni oído interpretar.
Es sobrecogedor verlo cómo acaricia el teclado y le desentraña sonidos que, sin duda, vienen de algún lugar ancestral, donde sólo habitan los dioses y los elegidos por ellos.
Me impactó ver a Gould cuando musitaba los sonidos, anticipándose a los que vendrían, y luego su mano izquierda alejándose y acercándose en movimientos que delataban, tal como su gesto de inclinarse ante el piano. Me pareció que él se sentía ante una divinidad, siendo poseído por la música.
Es lo más parecido a un gesto de erotismo lleno de amor, de esos que parece ya no existen más que en el arte
Gracias por este regalo.
Un beso y mi cariño
Publicar un comentario