domingo, noviembre 18, 2007

Te dirigiste a mi, yo estaba leyendo una guía, no era un buen día para mi, tampoco para ti, buscas donde no debes y encuentras lo que no quieres, quizás eso nos unía, yo no me había dado cuenta de tu presencia, preocupada con saber que hacer ese día, me preguntaste si ya había estado en el jardín botánico, ese día llovía. Seguiste hablando, tenias necesidad de hablar y yo era una presa fácil, además te escuchaba. Mi silencio y mi atención te animaron a seguir. Eras alto y desgarbado como un adolescente con los miembros que se le salen del cuerpo y no sabe que hacer con ellos, como si todavía no tuvieras aceptado el tamaño que tenían, eso te convertía ante mis ojos en algo frágil, hablabas de tu ultima decepción amorosa, luego contaste de toda una serie de ellas, buscabas algo que no encontrabas, te escuche, eso se me da bien, escuchar, sin juzgar, no recuerdo que se filtraran pensamientos, ni acerca de lo que decías, ni acerca de cómo me sentía yo, te escuchaba y te observaba como a un animal raro, un animal extraño que de pronto se posa ante mis ojos, no necesitaba decir mucho, tu necesidad de ser escuchado era inmensa, y yo te escuchaba con la curiosidad de un investigador, además eso me libraba de escuchar mis pensamientos sombríos. La situación era graciosa, tu allí, alto y delgado, y yo bajita y regordita, el punto y la i, luego pensé que era un tópico. Me preguntaste ¿Quieres que te invite a algo? pedimos un vaso de soda. Seguiste hablando, tenias necesidad de hacerlo cada tanto decías: bueno todavía tengo 15 minutos mas, y los tres minutos se convirtieron en cerca de tres horas.

Mi mujer me pegaba, y yo le era fiel, pero creo que soy adicto al maltrato. Me acostumbré a que me dijera como tenia que actuar, era fibrosa y autoritaria, tenia claro donde tenia que estar cada uno, había que entrar debajo de sus alas, y seguir sus mandatos, yo estaba deslumbrado por su posición social, y acepte ese puesto, teníamos tres hijos dos hembras y un varón, un día dije, ya no puedo mas, me voy, no importa quédate con todo, todo para ti, los hijos, la hacienda, las responsabilidades. Mi madre había muerto aquel año una mujer alta a la que yo admiraba, así de pronto un tumor en la cabeza y en seis meses muerta. Luego yo me separé, y no tenia nada, nada donde refugiarme, tampoco tenía trabajo, mis hijos no querían ni verme, ni hablarme, pero sobreviví. Un amigo me ayudo, gracias a él estoy vivo, ahora busco el amor, aun creo en el amor, busco una mujer con la que estar pero no me he vuelto a enamorar, busco el amor pero no lo encuentro, se como hablar a las mujeres, que les gusta, es cuestión de tiempo, luego entran, necesitan tiempo para que te metas en su cabeza, luego cuando estoy dentro ya no quiero estar allí, no soy bueno en el medio y menos en el final.

Hablas, hablas, hablas, te miro y se que no me resultas atractivo, creo que en la cama debes de ser torpe, y frió, me sorprende que digas que hay mujeres que te piden vivir una pasión contigo, a mi me costaría trabajo si me lo pidieras....quizás me pasa como a todas que necesitaría tiempo para que te metieras en mi cabeza. Me doy cuenta de que tu visión de mí ha ido variando según pasan las horas, hablo poco, pero lo poco que hablo te llega, te parece razonable, te das cuenta que vivo en un mundo distinto, la piedad se convierte en respeto, en mi caso tu también necesitarías tiempo para que el respeto se convirtiera en otra cosa, nuevamente estamos empatados, eso nos permite hablar de igual a igual, pero yo no quiero hablar, cuando me preguntas ahora háblame de ti digo lo que diría a cualquiera como quien rellena un formulario para una entrevista de trabajo, no me gusta hablar de mi, tendría que explicar tantas cosas y no tengo ganas de hacerlo, así que no lo haré. Sigues hablando.

Mi mujer me amenazo mas de una vez con una pistola Le gustaba someterme por el miedo.

Te miro y pienso ¿cómo madura un hombre que se casa joven al lado de su esposa, y cuando quiere salir de ese cascaron no se le deja..... ? Me pareces un joven que ha sido guardado dentro de una burbuja y cuando sale quisiera vivir todo de golpe.

Me interesa lo social.- dices. Los pobres, los desheredados. Yo te miro y te escucho, me lleno de preguntas, te imagino en la cola de un autobús hablando con una joven de bellas caderas, por que no puedes evitarlo te gustan las mujeres bellas, y jóvenes, aunque te sea más fácil entablar una conversación con las mas maduritas., En realidad te sientes perdido, perdido entre piernas que se abren, te gusta la conquista, el ver que todavía eres atractivo.... solo cuando hablas por fin de tus hijos veo el hombre el hombre que intenta trasmitir unos valores, que intenta guiar a sus hijos, el padre que se preocupa por que crezcan en buenas condiciones, reconozco cuando se habla de los hijos siempre hay un sentimiento de tristeza y de culpabilidad inevitable, intento aparcar el sentimiento que ha provocado evocar a mi hijo y vuelco toda mi atención en tus palabras, es más fácil librarse de una misma cuando se escucha...me doy cuenta que he llegado a un punto en que pareciera que no tengo opinión, no discuto, escucho, no busco la polémica, se que la visión que tenemos del mundo es parcial, siempre faltan datos, prefiero callar y escuchar lo que los demás dicen de cómo creen que es el mundo... es como ir dando vueltas a una escultura para verla completa....

Llego por fin la hora de marcharse. Nos damos la mano.Tu sales por una puerta y yo por la otra....




3 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Es curioso este encuentro.. Cuanta indiferencia.
Me ha gustado el relato, Fortu, mucho..

Besitos

TORO SALVAJE dijo...

Yo no hubiera tenido tanta paciencia como ella, realmente demostró tener mucha.

Ya hace tiempo que huyo de los dramas de los demás, bastante tengo con los míos.

Es egoísmo, pero es sano.

Besos.

Margot dijo...

Certero como todos tus relatos, Fortu. Parece que pudiera palparse a cada personaje... sí, leerte como quien da la vuelta a una escultura.

Un besote!!