viernes, enero 09, 2009

Un día de nieve

La ciudad se ha despertado blanca, blanco el cielo y blancas las aceras. Durante todo el día nieva con copos gruesos. Hoy también pasará el día en el hospital junto a su madre. Llevan así todo un mes. ¿Hasta cuándo? Se agarra como a un clavo ardiendo a cualquier esperanza. Ver nevar la calma, no hay nada que hacer. Todo está colapsado. El turno de la noche esta recogiendo, pero el de la mañana aun no ha llegado. Desconcierto por todas partes, los horarios de habitual rígidos hoy están manga por hombro. Este desorden la divierte . Ha podido dormir mas que otros días; a estas horas ya estarían pasando con los termómetros, los desayunos, el baño, el sacerdote..., todo con una precisión milimétrica. Hoy es diferente, son las nueve y aun no ha aparecido nadie, su madre duerme tranquila y ella mira la nieve caer. La nieve siempre trae silencio....
Después de comer su madre le pide que le acerque la butaca a la ventana par poder ver el jardín nevado. La acomoda bien abrigada y ve un chispa de alegría en sus ojos, aplaude como una niña. Ambas miran como un padre con su hijo recogen nieve para hacer un muñeco, es más alto que el niño. Se hacen fotos de recuerdo. Luego arremeten a patadas y puñetazos contra el muñeco hasta que lo dejan convertido en nieve sucia. Sorprende tanta violencia. Su madre llora y dice entre hipos ¿Por qué, por qué le pegan?
Cierra las cortinas y la lleva a la cama. Tiene que cantar para ella para que se duerma tranquila.

Ha oscurecido y ha dejado de nevar, por la noche bajaran mucho las temperaturas, todo se convertirá en hielo. Siente demasiado frío.....


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

nieva hasta sobre el relato breve :D

jej, el texto para comentarios en mi blog es del mismo color del fondo, no hay forma de cambiarlo, las oscuras letras son mas fuerte.

Anónimo dijo...

jejeje! esta vez las musas vinieron del norte! no sabía que había musas en Siberia!

ybris dijo...

Se ve que la nieve inspira.
Ayer me pasé el día con miedo a los resbalones propios y de los de los míos.
Pero no puedo evitar que me encante.

Besos.