jueves, agosto 12, 2010


EL DESATASCADOR


“Se busca desatascador para chocho viejo, se paga buen precio”



Esto es lo mio pensó el joven, tengo una buena verga para estos casos, y necesito !urgente! dinero. Arranco la hoja del periódico y se dirigió a la cabina.


- Buenas llamaba por el desatasco.
- !Ah, si! dígame ¿es usted el desatascador?
- Si señora
- ¿Las herramientas las tiene en buen uso?
- En forma, todos los días las uso entre tres y cinco veces.
- ¿Qué edad tiene?
- Veinticinco.
- Esta bien. Estas son las condiciones. No podrá salir hasta que haya hecho todo el trabajo,pagaré 50€ por cada desatasco. El pago se hará a fin de obra.
- Me parecen bien las condiciones.
- Apunte la dirección y no venga antes de las once de la noche.

Al principio todo fue bien, la vieja ayudaba, tenia las manos ágiles, era mañosa y se acoplaba en cualquier posición.
Empezaron en el baño, en la bañera, en el lavabo, debajo de la ducha, apoyada en el bidé. Pasaron a la cocina, en la pila, sobre la mesa, en los fogones, en el tendedero.
- ¿No le gustaría que descansáramos un poquito en la cama?
- Vino a hacer un trabajo, no a dormir en mi cama. Si ya no quiere seguir el trabajo se va y santas pascuas. Pero, no piense que le pagué nada, le dije bien claro que pagaba a fin de obra.
- Lo decía por usted, yo estoy en forma.
Se miro el utensilio, estaba rojo, un poco irritado le parecía, pero seguía en forma, fuerte y firme todavía.
Pasaron al salón, el sofá, la mesa, la librería, el alfeizar de la ventana, todo valía, el cuarto de invitados, el armario del pasillo. Los músculos de las piernas empezaron a agarrotarse, sentía como cordones tensados todos la músculos, unos retortijones subían por el vientre, se descomponía, le daban nauseas en cada nuevo embate, pronto comenzó con las arcadas, vomitaba bilis, su verga estaba despellejada, su prepucio en carne viva.
-!Venga!, !venga! -Gritaba la mujer cada vez mas excitada- Aun no hemos hecho el garaje, ni el trastero, ni el cuarto de las maquinas...
- Descansemos un rato en la cama - dijo con una voz agónica- mañana seguimos.
- Usted se quiere aprovechar de mi, de una pobre vieja, !Salga! !salga inmediatamente de mi casa o llamo a la policía!
- Me debe dieciocho por cincuenta.
- ¿De que habla? El trabajo sigue a medias. !Salga! !Salga inmediatamente!
El no podía moverse, lloraba, moqueaba, vomitaba y cagaba al mismo tiempo.
- ¿Pero qué hace? !Va a mancharme la alfombra.
Le arrastró por los pelos hasta sacarle a la calle, le arrojo la ropa. y la oyó decir
- Dirán lo que quieran pero estas nuevas generaciones vienen flojas.

Imagen: Carracci

5 comentarios:

Fortunata dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fortunata dijo...

Cuando estuve en Cádiz oí comentar este anuncio, me pareció que daba para una historia entre un joven desesperado por dinero y una vieja viciosa. Le dí forma y aquí está.

En el del bañista un hombre se había escapado del hospital y andaba vagando por la playa...lo demás es historia.

El del tigre es un recuerdo de la infancia....

Así fabrico mis historias, entre lo que veo, oigo, experimento y fantaseo

Un abrazo queridos lectores

3:08 PM

isabel gutiérrez dijo...

¡Madre mía!

Cierto, los aparatos de hoy día están programados para bajo rendimiento.

Dos usuarias decepcionadas. Jajajajaaa

Cada vez nos gusta más el fondo y forma de tus relatos.

mentecato dijo...

Un buen texto para deleitarse en una tarde santiaguina en que el sol nos besa tímidamente.

Un abrazo desde la gran distancia.

Anónimo dijo...

Viejas como esas son las que nos hacen recapacitar a la hora de intentar "algo".
Un abrazo
D.