domingo, marzo 29, 2009


LA MARIPOSA

Acababa de salir de su capullo, estiró sus alas todavía frágiles, limpió sus antenas y miró a su alrededor. Conocía el paisaje, allí cerca había depositado sus huevos en su anterior encarnación, en la precedente primavera. Recordaba este mismo ciclo realizado cada año; dejar los huevos comer hasta hartarse, vigilar que ningún depredador se la comiera; pájaros, murciélagos, arañas...Había tantos...


Recordó aquel petirrojo gordo y alegre que cantaba cerca de ella, pero entonces no era larva comestible si no mariposa de bello colorido. La seducía con sus canciones napolitanas y su voz de barítono que llenaba todo el espacio. Todavía le amaba, pero sabia que tenia que alejarse, era muerte segura, él ahora cortejaba una libélula de cuerpo estilizado y alas trasparentes. El pasado ata también con los recuerdos. Volver a nacer es una nueva oportunidad. El periodo que estuvo en el capullo fue un tiempo de paz, de calor, de suave dejarse mecer por el aire. Ahora debía volar de flor en flor, procurarse alimento cada día, trabajar en definitiva, Había sido un año duro, de sequía, como el anterior y el anterior, muchos insectos para libar de la misma flor. Un soplo de susto le agitó las antenas, pero duró solo un instante, tenia amistades que la podían ayudar en caso de necesidad....no sería necesario. Comenzó a acicalarse con esmero estiró las antenas, lavó su cuerpo con rocío, sacudió bien las alas, y comenzó a volar airosa. Era fácil darse cuenta que producía cierta admiración al menos eso pensaba. Y bien, los primeros días no fueron mal, vio bastantes capullos que se abrirían en breve, mal comió de un arbusto de flores pequeñas medio secas, pero eso sería sólo por un tiempo. Para distraer la mente de pensamientos fúnebres comenzó a estudiar; las cualidades nutritivas de las plantas, la manera de acompasar el movimiento de las alas con la respiración, pequeños ejercicios de destreza, baile de mariposas orientales. Y en eso se pasaba las horas sin dar demasiada importancia a su futuro. Lo peor eran las noches, en secreto volaba buscando al petirrojo y la libélula; seguro que era una tontuela jovencita sin gracia alguna, y con ese pensamiento se consolaba. Le dejó varios mensajes en las hojas de su casa, pero no obtuvo respuesta o fue tan escueta que para que contarlo. Por las mañanas se levantaba con entusiasmo renovado, espíritu emprendedor y llena de proyectos maravillosos e irrealizables.
¿Que pasó? ¿Queréis saber lo que pasó? No pasó nada memorable, ese año comió poco, pero comió, puso los huevos necesarios, para que al menos una larva sobreviviera y formar un capullo, que se meció al viento...
Lo que vino después corresponde a otra encarnación de la mariposa y eso supondría contaros otra historia.

Imagen: El baile de las mariposas

2 comentarios:

Rodolfo N dijo...

NBueno, he abierto el arcón y me encontré con variados y bellos escritos y narraciones que me han encantado!!
Realmente un gusto leerte, amiga.
Besos

mentecato dijo...

Mi querida Fortunata:

Debo darme el tiempo para leerte. Com mucho honor, deleite, maravillado, encandilado...

Un abrazo.